Sobre Hilda, amonites y otras espirales*

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Iñaki Izarzugaza

Una leyenda local que traspasa fronteras, una importante mujer medieval, redescubierta como imagen femenina para el mundo de la educación y la cultura y que se representa con amonites como símbolo… Una espiral de circunstancias que no podían pasar desapercibidas. * Nos hemos inspirado en esta entrada de “cultura científica.com” un post de divulgación científica de la Universidad de País Vasco que seguimos con avidez

Fue hacia el año 2000 cuando Manolo García, diseñador jovencísimo, intuitivo, sobrado de arte, se encargó de la imagen de Espiral. Tenía que representar el nombre de la empresa y relacionarlo con nuestra materia de trabajo, el patrimonio cultural y natural, y nos dio a elegir entre varias imágenes de espirales presentes en el arte y la naturaleza. Quizá un fósil no hubiera sido nuestra primera opción, pero la imagen del amonites que Manolo tintó de rosa nos encantó, nos sentimos identificados. Era muy potente… un color fuera del canon, un símbolo de marca que destacaba enormemente en aquellos primeros momentos del siglo XXI.

Evolucionamos: nos centramos en el nombre y, del rosa para el símbolo y el azul para la tipografía, nos instalamos en el rosa.

Hace unos pocos años Curro Sánchez, Curro gráfico, otro artista y experimentadísimo diseñador, retomó la imagen corporativa incluyendo nombre con el que hoy nos presentamos y modernizó nuestro símbolo sintetizando la espiral, marcando las estrías del caparazón del amonites, que son las huellas de su edad. Ahora somos mayores, hemos pasado del rosa al magenta, somos más serios (si nos conoces seguro que te da la risa), centrados, con más oficio (ahí sí).

¿Y Hilda? Santa Hilda fue una eficaz abadesa en la Inglaterra del siglo VII, con notable influencia en el asentamiento del cristianismo en Gran Bretaña. Pues bien, se cuenta que el pueblo de Whitby sufrió una invasión de serpientes a la que Hilda, ayudada por su fe, se enfrentó y logró que las culebras se enroscaran para convertirse en piedras, presentes en los abundantísimos yacimientos de fósiles jurásicos que abundan en la zona. Por si no queda muy claro, algunos monjes retocaron los amonites fosilizados para convertirlos en caricaturas de ofidio.

Fósil de amonite, “retocado” como serpiente. Museo de Whitby

La figura de Hilda a partir del siglo XIX se retomó como patrona del aprendizaje y la cultura, formando parte de universidades y colegios femeninos en donde se sigue representado junto a los amonites de su Yorshire. En fin, la espiral también forma parte de su “marca” .

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